Desde su entrada en carne desde los distintos mataderos y salas de despiece, el jamón pasa por una serie de procesos, en los que desde un principio se cuidan tanto las condiciones externas a él
como las condiciones de MATERIA PRIMA; jamones frescos, todos ellos de HEMBRA, que cumplen unas condiciones de peso, grasa, infiltración de grasas, así como requisitos sanitarios, harán un
producto final sin igual.
Luego pasan a su posterior proceso de sangrado, marcado sanitario, y salado cuidando mucho éste factor, para conseguir un producto final bajo en sal.